jueves, 6 de diciembre de 2012

Ponte a dieta Rey Panzón.


Acostada sobre la cama del hospital y aún bajo el efecto de la anestesia, la nueva madre orgullosa mencionaba lo hermoso que estaba su bebe, las otras mujeres que la acompañaban en el cuarto afirmaban incesantes  lo que decía la nueva mamá sobre el recién nacido y emitían sonidos mimosos cada vez que dirigían a la criatura.

Por más que me asomaba a ver si había otro neonato  y confirmar lo que todas las señoras decían, no logre ver más que aquel horrible niño que dormía en los brazos de su mami, pero en verdad que el plebe no estaba tan bonito como todas aseguraban en ese momento.

Mi Cachita anticipándose a mi indiscreción se me acercó y me mencionó  a manera de advertencia – Nadie pero nadie tiene hijos feos -

Días después, durante la semana santa del 2006 o 2007, Mariana mi hija tendría alrededor de seis años cuando pasamos a visitar en Camahuiroa, al hermoso familión de los Yamuni, los cuales  gozaban en su casa de playa de relajantes vacaciones. Nos recibieron en el comedor  y verdaderamente nos atracamos de unas deliciosas kibbeh (mezcla libanesa de carne de cordero con trigo).  Posteriormente nos instalamos en un cuarto que amablemente nos ofrecieron y mi pequeña hija al ver la playa corrió a ponerse su traje de baño y agarrándome la mano me invitó a construir castillos de princesas en la arena.

Al pisar la playa, con la panza todavía hinchada por goloso atracón, antes de quitarme la camisa, me asegure que no hubiera ninguna fémina que le pudiera causar algún disgusto visual mi exceso de grasa corporal traducido en enormes pellas que orgullosas se expresaban en mi abdomen. Asegurándome que los únicos que estábamos éramos mi hija de seis y otras dos niñas; una de siete  y otra de diez, proseguí con confianza a andar bichi de la cintura para arriba.

Construimos un enorme castillo y al terminar, mi hermosa Mariana, siendo la más pequeña,  sugirió que jugáramos a las princesas y levantando la mano como queriendo apartar un lugar en el juego se apresuro a decir:

 -Yo seré la princesa bebe- posteriormente señalando a la niña de siete le comentó –tú serás la princesa hermana mayor- después refiriéndose a la niña de diez le dijo – tú serás la Reina- y con efusión terminó diciendo – ¡y  mi papi será el Rey!

Cuando dijo eso mi princesa, el cielo se despejo y se tornó en un azul perfecto, la playa palpitaba arena blanca y las olas susurraban un hermoso y relajante vaivén, estoy seguro que en el horizonte se dibujó un arcoíris donde jugaban amablemente delfines con gaviotas, garzas y todo tipo de aves marinas, más que extasiado, levante el pecho, suspire profundo y di gracias a la vida, y precisamente en ese momento cuando todo estaba en la cumbre del éxtasis se escucha:

¡Aaaassssscoooo! – dicho por la niña que le toco ser la Reina, inmediatamente  se dio media vuelta y se dirigió a la casa buscando a su papá, para acusarnos por haberle hecho “trampa” y haberla casado sin su consentimiento con un Rey peludo y panzón.  Ya ni para qué hablar de los delfines, las garzas, el arcoíris y el susurro de las olas, todo se dio media vuelta y desapareció  inmediatamente como la niña de diez años.

El rey Peraza por su parte, disimuladamente se puso la camisa, los siguientes tres meses se puso a dieta, bajó como diez o doce kilos y esa navidad le pidió a Santa Clos que “nadie pero nadie tenga hijos y ni tampoco papas feos… y que así sea”.

domingo, 2 de diciembre de 2012

La Jenni Rivera y el albañil que llevo dentro.

La población de mujeres en el concierto de Jenni Rivera aquel sábado 24 de noviembre en la “Feria Ganadera” de Culiacán, según la INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), se constituía de un 80% de mujeres, de las cuales el 55% pueden catalogarse como “Socias”, el 39% como la “Gran Señora” y el resto en “Sepa la fregada”, pero según el ALBALLEDE (el albañil que llevo dentro) el con
cierto fue todo festín de hormonas y siliconas.

Según la SEDESOL (Secretaría de Desarrollo Social) el 95% de las mujeres llegaron como si fueran a un concurso de modelaje, hermosas, brillantes, con poca ropa muy bien puesta, sin embargo la Secretaría de la Salud reportó que al finalizar el concierto, el alcohol mezclado con el sentimiento de dolor de las canciones, transformó a las súper modelos en chupitos, no tan brillantes, con presencia de escurrimiento de rímel y lixiviaciones urinarias, con la misma poca ropa pero ya no tan bien puesta. Según el ALBALLEDE (el albañil que llevo dentro) el espectáculo de féminas fue tan bueno en la entrada del concierto como en la salida.

Primero mi comadre Jenni honró el papel de la “Socia”, desde el escenario relataba cómo le quitaba la ropa al amante mientras la “Gran Señora” le lavaba la ropa. Minutos más tarde se mudaron los papeles, la Jenni Rivera cantó como la “Gran Señora” y con enjundia colocó a la “Socia” en su lugar, según la CONADE (Comisión Nacional del Deporte) en los pasillo se decidió el combate entre “Socias” y “Grandes Señoras” violándose casi todas las reglas de Tae Kwon Do, Yuyitsu y lucha greco-romana, el ALBALLEDE (el albañil que llevo dentro) imploraba ante éstos violentos eventos, una alberca de lodo como parte de la utilería en futuros eventos de la tal Jenni.

CONACULTA (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes) declaró que el espectáculo fue un éxito y así lo creo, el ALBALLEDE (el albañil que llevo dentro) declaro que nunca se vuelve perder un espectáculo de tal envergadura y agradece a su concuña y comadre de Buchannas, Rosalinda Gaxiola, la invitación a presenciar tal colorido espectáculo donde quizás estuvieron las seis mil mujeres más hermosas y efusivas de México.

Que triste es llegar a viejo

No recuerdo el orden, pero mi abuelo tenía cuatro nombres: Ricardo Tasuko Fernando Héctor y por simple que parezca él me decía que la felicidad consistía en apreciar la abundancia de las cosas más sencillas e inevitables, como sus cuatro nombres.

Sentado alguna vez en una mesa de Black Jack del Cesar Palace de Las Vegas, llegó a su lado una güerita de esas cuya profesión es la más antigua del mun
do, la cual al observar a Don Fernando Ricardo Héctor Tasuko le comentó disimuladamente que por “two hundred dollars”, recibiría la cantidad necesaria de amor para dormir tranquilo.

Mi abuelo le contestó – Two hundred dollars is too much! I’m going to give you: twenty dollars-
La güerita refutó– WTF twenty dollars! Two hundred dollar it’s ok
Mi abuelo insitió- twenty dollars it’s ok for me, take it or leave it.

La güerita se levantó furiosa maldiciendo y soltando una serie de improperios al viejito que seguía sentado en la mesa del lujoso hotel, levantando el dedo anular se retiró a buscar un cliente más accesible que Don Héctor Fernando Ricardo Tasuko.

Una hora más tarde, mi abuelo de nombre Tasuko Héctor Fernando Ricardo, paseaba por los pasillos del gran hotel tomado del brazo de mi abuela, los dos amables chochitos comentaban la suerte que habían tenido, cuando de repente del otro lado del pasillo y sin poder evitarla, se encuentran de frente a la güerita de los two hundred dollars, la cual se detiene y señalando la hermosa figura de mi abuela le dice: 

“That´s what you get for twenty dollars”-.

A mi abuelo Hector Ricardo Tasuko Fernando le dio risa las mil veces que nos contó ésta historia y me repetía a forma de consejo, “la felicidad se encuentra en apreciar la abundancia de las cosas más sencillas e inevitables”, por eso también se reía de su vejez, a la que sarcásticamente le declamaba:

Qué triste es llegar a viejo,
crecen los hijos, se acaba la dicha,
crecen las cejas, se acorta la vista,
crecen los huevos, se achica la picha.
es un constante sufrir; 

El chile se hace pellejo, 
la vieja te hace pendejo,
y todo se te va en dormir,
y aunque tengas buena vieja,
no te le puedes subir
“que triste es llegar a viejo…”

Y Don Tasuko Fernando Héctor Ricardo, al que le decían Tío Callo, volvía a soltar la carcajada…

Cristian Grey Peraza

De los creadores de “Rosa Salvaje” llegó como best seller el libro “Cincuenta Sombras de Grey” de E.L. James, y patrocinada en América Latina por Pasta de Lassar, alivio contra ardor y comezón.

En lo particular tuve que esforzarme para leer el primer libro de la trilogía erótica y muchas veces en las partes donde las féminas saltan de gusto yo optaba por saltarme esa parte, no por casto y puro, q
ue si lo soy, si no porque la pornografía escrita por una mujer es sumamente difícil y describe demasiados las partes de él y no las partecitas de ella, además carece de esos pequeños detalles que hacen coherente una verdadera historia porno escrita con plumas machistas.

Primero que nada, los hombres estamos culturalmente acostumbrados a que “el porno star” sea un repartidor de pizzas que llega un departamento y tiene sexo con la mujer rica y hambrienta que solicitó una pizza tamaño familiar para ella sola. La creadora de Cristian Grey no tiene idea lo importante que es ser repartidor porno de pizzas, ser un revolucionario y romper esas barreras sociales entre un simple repartidor y una rica ama de casa, la importancia masculina de “follar” con las ricas para casarse con las pobres es como ser Robin Hood y en Cincuentas Sombras, hicieron a un lado toda éste legado social que la pornografía ochentera ofrece a la comunidad.

La lectura entra a la dimensión desconocida cuando sin ser gay, Cristian Grey es carita, culto, fuerte, millonario, soltero y con un guardarropa más exclusivo y variado que el de Martita Sahagún. Y el personaje femenino llamado Anastasia Steel es gringa, de 21 años, hermosa, con buen cuerpo, ¡pero por Dios!, “virgen en el país vecino creador del spring break y las camisetas mojadas”.

Incontable también la descripción detallada de la chamba sexual que hace mi compa Cristian Grey Peraza, se podría hacer una analogía con los ataques constantes que se visualizan en la película “Anaconda” o más bien en la película “La Anaconda Incansable”, o mucho mejor en la película “La Anaconda Incansable Reloaded, Again and Again and One More Time, Anytime Anyway and You Going To Love It”. *En este espacio entra jingle de nuestro patrocinador… “Para comezón y rozaduraaaa… pasta de lassar con oxido de zinc…. a chicos y grandes curaaaa”*

No voy a negar que es mucha la dicha y felicidad que abunda entre las amas de casa hoy en día, veo algunas que andan chifle y chifle cante y cante, otras en bolitas mensajeándose y riéndose ante la pantalla del blackberry o el Iphone, las fotos del tal Cristian van y vienen, se desbordan las risas ante las comparaciones chistosas de sus maridos panzones (me incluyo), no se diga de las sonrisas de complicidad ente los consejos sexuales, los chistes pornos, y las posiciones del kamasutra tan últimamente mencionadas.

Ya viene Navidad y a todos mis compadres les doy un consejo, si no quieren que sus mujeres se conviertan en la versión región cuatro de “Desperate Housewife”, más vale que vayan ubicando y haciendo sus compras en el “circo de los juguetes de Grey”.

¡Amanda ciérrale!

Teníamos 9 o 10 años cuando conseguimos un patrocinio “millonario” para el equipo de beisbol infantil en el que jugábamos algunos primos y amigos. No recuerdo cuanto fue con exactitud, pero el presupuesto estaba destinado a comprar los uniformes más hermosos del mundo, negros con amarillo halcón, así como los bates, los cascos, los taquetes y los guantes.

Nos llamábamos los “Halcones de Puerto Ri
co”, que adicional a lo impecable del uniforme, replica exacta al de los Piratas de Pittsburgh, el papá del tercera base tenía una línea de transporte de pasajeros, así que nos dimos el lujo de llegar nuestro primer partido en un camión negro con amarillo halcón, así como el uniforme, los bates, los cascos, los taquetes y los guantes.

Inauguramos la liga jugando de visita contra los Zopilotes del “Salado”, al llegar al estadio rural, motivados como profesionales, estrenando hasta los calzoncillos, con una disciplina de grandes ligas, nos formamos e hicimos todos los ejercicios necesarios para calentar brazos, piernas y después de hacer el rol de juego, nos metimos al dog out y acomodamos los accesorios negros con amarillo halcón, así como el camión, el uniforme, los bates, los cascos, los taquetes y los guantes.

Antes de continuar, les comento que ningún jugador de los Zopilotes del Salado estaba estrenando algún accesorio beisbolero, es más, si mal no recuerdo, la mayoría de ellos se presentaron a jugar descalzos, con un solo bat, con tres o cuatro manillas que parecía chanclas y sin uniforme, así que despectivamente los volteamos a ver y nos mofamos de ellos, pensando en el enclenque rival que teníamos enfrente, no como nosotros que íbamos de pies a cabeza vestidos de negro con amarillo halcón, así como el camión, el uniforme, los bates, los cascos, los taquetes y los guantes.

Como visitantes empezamos a batear primero, si se le puede llamar batear a eso, porque el pitcher de ellos, un flaco sin gracia, lanzaba la pelota tan fuerte que parecía catapulta, llegué a pensar que usaba el brazo para cazar venados o liebres y que había desarrollado tanta fuerza y puntería, para poder sobrevivir y no sufrir hambre.

Cuando les tocó batear, lo cual duró como media hora, no veíamos la forma de hacerles los tres outs, ya que bateaban tan fuerte, que las pelotas se perdían en entre los matorrales de un monte con el que colindaba el final de estadio y desde la banca se reían de nosotros que regresábamos llenos de guachapores y con los taquetes negros con amarillo halcón, llenos de caca, pues el montecito donde caían las pelotas era precisamente el montecito donde mucha gente del pueblo pegaba el respectivo “cagadón”.

Para la tercera entrada los Zopilotes sumaban veinte carreras y los Halcones cero, además de la moral por los suelos y los taquetes negros con amarillo halcón aderezados con caca, siempre me he distinguido por ser de aspecto ”llenito”, que para desgracia mía, en ese entonces, estaba de moda un comercial de la JAPAC donde salía un gordito parecido a mí, que decía – “Amanda ciérrale”- así que cada vez que había oportunidad todo el estadio completo me coreaba -¡Amanda ciérrale!

De coraje me solté chillando en la cuarta o quinta entrada y me subí inmediatamente al camión, negro con amarillo halcón, maldiciendo a la porra, a los Zopilotes del Salado, y a la mentada Amanda esa que ni siquiera conocía. Y así como yo, poco a poco fue llegando mis primos y amigos con lagrimas en los ojos hasta que se completo el equipo y en silencio y moquiando regresamos a Culiacán, donde al llegar al destino, nadie se despidió de nadie y silenciosamente cada quien se metió a su casa, a su cuarto y hasta la cama, olvidándonos por completo del hermoso uniforme negro con amarillo halcón, así como el camión, los bates, los cascos, los taquetes y los guantes.

Las lecciones en las ligas rurales se presentan de colores, ésta vez el aprendizaje vestía de color negro con amarillo halcón, de lo cual rescatamos:

Primero, el valor económico del uniforme no es importante, lo importante es que no llegues con él a tu casa embarrado de caca, porque terminará en la basura, como le pasó al mío.

Segundo, no debemos de juzgar a un oponente por su aspecto, ni por su vestido, ni siquiera por su capacidad para lanzar o batear una pelota, lo que sí es realmente importante es su capacidad para unirse y burlarse en coro del equipo de visita.

Tercero, la campaña de ¡Amanda ciérrale! fue un éxito de los ochentas, aprendimos a cuidar el agua, pero lo que parece que no aprendimos fue a cerrar la boca a las malos hábitos de consumo, México es el país con mayor obesidad infantil en el mundo, y es lamentable que 6 de cada 10 hogares tiene un “ciérrale” en su casa.

Ya por último, de manera muy respetuosamente y en honor de ese plebe cochito que una vez hicieron llorar, les digo a todos los Zopilotes del Salado-¡Amanda será, su chingada madre!-.

Navidad con chichis.

La estuve retando con sarcasmo y comentarios irónicos, durante nuestro recorrido por los pasillos del Walmart tres ríos, en la víspera de la Navidad del 2011, cuando mi hija al pasar por el área de los juguetes, me comenta con inocencia:

-Mira papí, quiero que Santa Clos me traiga esta muñeca de navidad - tomó la caja del juguete y mientras la colocaba en el carrito me miró a los ojos diciéndome 
– deberías de apartarla para que Santa Clos no batalle y sepa que es para mí.

Por supuesto que inmediatamente con ironía y sarcasmo le conteste:

-¿Así que quieres que “Santa Clos” te traiga ésta muñeca?-

Pensé que retándola y hostigándola de preguntas lógicas, podría conseguir que me confesara que ya estaba enterada sobre el secreto que rodea al panzón que promociona la Coca Cola, y durante la media hora siguiente le pregunte con sarcasmos:

¿Dónde vive Santa Clos? ¿Cómo puede en una noche llevar tantos regalos? ¿Dónde hace los regalos? ¿Cuántos duendes tiene? Y otras preguntas más.

Sin embargo mi hija con toda seguridad respondía:

-Santa Clos vive en el polo norte- y colocó la Barbie maniquí en el carrito.

- Santa Clos detiene el tiempo y entrega todos los regalos en una sola noche- y depositó el juego de arenas para pintar en el carrito.

Santo Clos tiene una fábrica de juguetes en el subterráneo de su casa- y metió una pixel chick en el carrito.

Santo Clos tiene muchísimos duendes- acomodando el centro de rescate de los PET SHOP en el carrito.

Y así sucesivamente, en cada pregunta, mi hija tomaba un regalo y contestaba con naturalidad, dando por hecho que lo que respondía era una verdad irrefutable.

Hasta que la verdad irrefutable me llegó de la voz de mi Cachita, cuando de repente me aparta y me dice:

-No seas tonto Peraza, deja de estar hostigando a tu hija con Santa Clos, déjala que compre los chingados juguetes, porque al siguiente año a tu hija le van a salir chichis y te va a pedir brasieres de navidad, así que más vale que le sigas el juego y disfrutes su último año que te queda de verla con juguetes.-

Me quede estupefacto, en silencio por un minuto, como balde de agua fría a mi mente me llegaron los recuerdos de 12 años de vida con mi hija, pero como decía mi abuelo “pa que es mas que verdad”, así que calladito me acerque al carrito, que para ese entonces estaba lleno de juguetes, tarareando la canción de Rodolfo el Reno, me asomé discretamente a comprobar que mi hija es casi una adolescente, ahora sí, queriendo creer en Santa Clos y la posibilidad de detener el tiempo, concluyendo que en mi vida estaba llena de fantasías hermosas, donde las bebes tienen doce años, y a los trece son adolescentes.

Resumiendo: naces, creces, te reproduces, tienes una hija, un día te das cuenta que tu hija le salen chichis, maduras y mueres. Pa que es mas que la verdad

Sonámbulo y cachondo primo de un amigo.

Continuamente el primo de un amigo tenía sueños eróticos, motivo por el cual, en los viajes familiares nadie quería dormir con él.

El primo de un amigo hizo su presentación estelar, en el papel de sonámbulo cachondo a los 18 años, en un miércoles de semana santa en Mazatlán, precisamente la noche que compartía la cama con su hermano mayor.

Los sucesos fueron los siguientes:
Una vez dormido, el su
eño erótico trasciende las barreras de la imaginación y comienza como una maldición a desbordarse a la realidad, en otras palabras, el primo de un amigo, soñando que hacía amor con su novia, agarró de la cintura a su hermano mayor, mencionando varias veces el nombre de ¡Chayito, Chayito, Chayito!, al mismo tiempo que se movía como perro faldero echando "picotasos".

En la oscuridad solo se escuchó un codazo y un ¡órale cabrón yo no soy Chayito!.

Al siguiente año volvió a repetirse la historia, pero en ésta segunda ocasión, no recuerdo porque razón, el primo de una amigo compartía cama con su padre; ya entrada la noche y en profundo sueño, el primo de un amigo agarro de la cintura a su progenitor y comenzó a menearse en las tinieblas repitiendo el nombre de su novia ¡Chayito Chayito Chayito! Hasta que apareció el codazo correspondiente y el ¡órale cabrón yo no soy Chayito!

Y así sucesivamente se repitió dos o tres veces más a través de los años, cuando en las noches de repente se escuchaba varias veces el nombre de ¡Chayito Chayito Chayito! sin respetar razas ni religiones, el sonámbulo cachondo aparecía con los primos, con los compañeros de trabajo o con las personas que compartía dormitorio.

Alguna vez su jefe, un tipo llamado Carlos Parra le comentó al primo de un amigo lo siguiente - podías haber soñado con cualquier mujer del mundo, en cualquier escenario, vestida a como se te de tu chingada gana y en la posición que quieras- además aclaró - en los sueños uno se coge a la artista de moda, a la cantante que mejor mueve la cola, a la mas chichona o construir a tu mujer ideal con las mezclas de piernas, chichis, cola, ojos, color de piel y hasta grado de cachondez que tu elijas, pero tu, hasta en los sueños prefieres a tu vieja, estas cabrón o pendejo.

Señoras, señoritas y todas las mujeres en edad de merecer, tal vez confundan éstos actos con cachondería, pero yo creo que tener sueños eróticos con tu pareja es otra forma de decir "te amo", un "te amo" verdadero, un "te amo" en el que se entrega el alma y el deseo.

Por mi parte la próxima vez que vea a ¡Chayito Chayito Chayito!, le pediré que envíe mi mayor reconocimiento al cursi y enamorado de su novio, casi poeta primo de un amigo.

Antes de que muera Fidel.

Antes de que terminaran de invitarme, yo ya había contestado - ¡cómo chingados no!- la vez que Heriberto Vlaminck me preguntó si quería ir a Buenos Aires, a atender una feria de comercio.

Se me ocurrió que sería muy buena idea invitar a mi padre y pasar un tiempo de convivencia papá e hijo, disfrutar de largas horas de charla, de nuevos paisajes y propuestas culinarias. 

Mi padre, el señor que n
ormalmente está en la puerta de La Chuparrosa Enamorada, no le pareció de entrada buena idea.

Aunque al final del día, lo medio convencí de visitar la Patagonía "conmigo", argumentaba que no tenía caso, que en Bacurimi encontraba todo lo que necesitaba:

El dijo - ¿pa que?, aquí estoy a toda madre- al mismo tiempo que acariciaba la hamaca con la que se columpiaba debajo de aquel Huanacaxtle.

A medio convencer lo acompañe a la agencia de viajes a que comprara su boleto, después de veinte minutos mi padre salió con boletos en mano y una sonrisa pícara que sólo él sabía a esa altura lo que la provocaba, y me dijo, -me voy a la Habana-

Pensé -¿qué pedo?-
Y le pregunte - ¿a la Habana?
El contestó - sí, me voy a la Habana -
Le dije - Pero yo voy a Buenos Aires-
El dijo - Lo sé, tu vas a Buenos Aires y yo voy a la Habana - aclaró - antes que muera Fidel-

Al final cada quien se fue a su destino, mi viejo llegó después de tres semanas de haber recorrido las costas de Cuba, con un solo cambio de ropa, el que traía puesto, dejó en aquel país sus tenis, su ropa, su maleta, su celular, su dinero y se trajo una sonrisa de esas que rozan la locura.

Siempre he pensado que las sonrisas se contagian, ahora que visiten La Chuparrosa, pregúntenle a Don Jorge sobre su experiencia cubana y presenciaran la formación de una sonrisa, provocada por el recuerdo del cachondo vaivén de las hermosas caderas al ritmo que bailan las olas en la Habana, aclarando, antes de que muera Fidel.

Padrino de bautizo.

El Peraza explicó que el motivo por el cual lo seleccionaron para bautizar al hijo de su mejor amigo, había sido definitivamente el fortalecer los lazos de amistad que nacieron entre el Tilico y él, desde el primer año de prepa.

Contó en breves segundos anécdotas de adolecentes, en las cuales descubrieron el horror de la cruda del cigarro, la euforia de las borracheras con vodka uva y otras m
ás, que a esa edad son símbolo de vagancia, amistad y que al parecer en éstos momentos contestaba claramente a la pregunta que solo unos segundo antes le había hecho la señora encargada de dar la orientación pre bautismal.

El Peraza estaba seguro que había dicho una gran justificación, una que salió del alma, sonriente, asintiendo con la cabeza, parado ante la audiencia compuesta por otros padres de familia, en el sótano de la Sagrada Familia.

Pero la sonrisa terminó cuando escuchó las palabras de la orientadora decirle muy convincentemente: - No señor, a usted no lo seleccionaron por eso, a usted lo seleccionaron para que sea la guía espiritual de la criatura, para que lo lleve de la mano en éste su primer sacramento, donde quedara borrado el pecado original.

Ese día el Peraza aprendió mucho sobre el bautismo, entendió algo acerca de la Gracia Divina, el Espíritu Santo y de los sacramentos. Se quedo serio y reflexionó en las palabras tan profundas de la orientadora y dudó si realmente lo habían seleccionado por la amistad o por ser la guía espiritual y entonces concluyó...

"Nel... Chingo a mi madre a que fue por la amistad".