domingo, 2 de diciembre de 2012

Navidad con chichis.

La estuve retando con sarcasmo y comentarios irónicos, durante nuestro recorrido por los pasillos del Walmart tres ríos, en la víspera de la Navidad del 2011, cuando mi hija al pasar por el área de los juguetes, me comenta con inocencia:

-Mira papí, quiero que Santa Clos me traiga esta muñeca de navidad - tomó la caja del juguete y mientras la colocaba en el carrito me miró a los ojos diciéndome 
– deberías de apartarla para que Santa Clos no batalle y sepa que es para mí.

Por supuesto que inmediatamente con ironía y sarcasmo le conteste:

-¿Así que quieres que “Santa Clos” te traiga ésta muñeca?-

Pensé que retándola y hostigándola de preguntas lógicas, podría conseguir que me confesara que ya estaba enterada sobre el secreto que rodea al panzón que promociona la Coca Cola, y durante la media hora siguiente le pregunte con sarcasmos:

¿Dónde vive Santa Clos? ¿Cómo puede en una noche llevar tantos regalos? ¿Dónde hace los regalos? ¿Cuántos duendes tiene? Y otras preguntas más.

Sin embargo mi hija con toda seguridad respondía:

-Santa Clos vive en el polo norte- y colocó la Barbie maniquí en el carrito.

- Santa Clos detiene el tiempo y entrega todos los regalos en una sola noche- y depositó el juego de arenas para pintar en el carrito.

Santo Clos tiene una fábrica de juguetes en el subterráneo de su casa- y metió una pixel chick en el carrito.

Santo Clos tiene muchísimos duendes- acomodando el centro de rescate de los PET SHOP en el carrito.

Y así sucesivamente, en cada pregunta, mi hija tomaba un regalo y contestaba con naturalidad, dando por hecho que lo que respondía era una verdad irrefutable.

Hasta que la verdad irrefutable me llegó de la voz de mi Cachita, cuando de repente me aparta y me dice:

-No seas tonto Peraza, deja de estar hostigando a tu hija con Santa Clos, déjala que compre los chingados juguetes, porque al siguiente año a tu hija le van a salir chichis y te va a pedir brasieres de navidad, así que más vale que le sigas el juego y disfrutes su último año que te queda de verla con juguetes.-

Me quede estupefacto, en silencio por un minuto, como balde de agua fría a mi mente me llegaron los recuerdos de 12 años de vida con mi hija, pero como decía mi abuelo “pa que es mas que verdad”, así que calladito me acerque al carrito, que para ese entonces estaba lleno de juguetes, tarareando la canción de Rodolfo el Reno, me asomé discretamente a comprobar que mi hija es casi una adolescente, ahora sí, queriendo creer en Santa Clos y la posibilidad de detener el tiempo, concluyendo que en mi vida estaba llena de fantasías hermosas, donde las bebes tienen doce años, y a los trece son adolescentes.

Resumiendo: naces, creces, te reproduces, tienes una hija, un día te das cuenta que tu hija le salen chichis, maduras y mueres. Pa que es mas que la verdad

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